La Educación ha ido cambiando según las necesidades sociales y de los educandos, a tal punto que ahora debemos parte de esa formación educativa a la tecnología.
El acceso que nuestros estudiantes tienen a esta herramienta de estudio es cada vez mayor, y esto nos lleva a preguntarnos: Estamos listos para usarla de manera responsable y aprovecharla al máximo? Y qué con el rol del docente? Será que en un futuro dejaremos de ser los formadores, los únicos transmisores del conocimiento? Seremos al menos los mediadores y facilitadores entre la tecnología y nuestros alumnos?
En mi opinión, desde que la educación comenzó a dar indicios de cambio como dejar de ser Tradicionalista para convertirse en Constructivista, desde que la atención debe estar centrada en el alumno, la respuesta es que los docentes también somos parte de esos cambios, no pueden cambiar los métodos de enseñanza-aprendizaje si quienes los llevamos a la práctica nos seguimos oponiendo al cambio.
Es un hecho que debemos estar tan actualizados como nuestros estudiantes, quienes ahora parecieran traer el chip incorporado desde que nacen, debemos ver la tecnología como una herramienta más, como un medio para alcanzar una meta, el negar que la tecnología forma parte en la educación del presente y del futuro, no la va a detener, y es nuestra responsabilidad que se le de el uso apropiado para que la sociedad y los padres de familia no lo vean como una amenaza, por tal razón, nuestro rol se volverá más importante aún, pues en la medida en que utilicemos la tecnología como apoyo en el proceso enseñanza-aprendizaje ampliaremos no solo los conocimientos sino que estaremos traspasando fronteras que antes veíamos imposibles de alcanzar.
La tecnología es una herramienta y como tal necesitamos enseñarla a utilizar, orientar a nuestros estudiantes a darle un uso apropiado, motivarlos a analizar y cuestionar todo lo que vean y lean será nuestra responsabilidad y el compromiso que ellos deberán adquirir.
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